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Conducir de manera correcta o incorrecta puede afectar positivamente o negativamente a nuestro vehículo, lo que nos provocará que su coste de mantenimiento se vea alterado o no. Es por eso que hoy te traemos un breve post donde te vamos a desvelar algunos trucos para evitar averías en el embrague, que junto a frenos y neumáticos, están entre las más costosas.

El embrague de nuestro vehículo es una de las piezas mas imprescindible, ya que sin ella seremos incapaces de desplazarnos. Es por ello que en este post nos centraremos en los vehículos que utilizan caja de cambio manual, ya que en el caso de los vehículos con caja de cambio automática no tenemos control sobre el embrague, pero no significa que no tengan, solo que no tenemos control sobre él.

Para comprender el funcionamiento de esta pieza vital, de manera muy resumida, el embrague es la pieza que nos permite transmitir la potencia del motor a la caja de cambio y a su vez a la transmisión del vehículo. Al embrague lo conforman cuatro piezas: El volante de inercia, el Disco de embrague, el Plato de presión y finalmente la Horquilla de empuje.

Sin mas preámbulo, pasamos a contarte algunos consejos para que esta pieza clave de nuestro vehículo sufra lo menos posible y dure el máximo tiempo posible:

  1. En caso de notar cierta brusquedad al introducir las marchas, que no consigan entrar del todo bien o resbalamientos no habituales que provocan revoluciones excesivas, debes acudir con la mayor brevedad posible a un taller.
  2. Si tu coche está parado, es recomendable que esté en punto muerto. Con esto, evitaremos poner el pie en el pedal, acción que conlleva a un mayor desgaste del embrague. Aunque la presión sea mínima, esta provoca fricción, conllevando a un desgaste de la pieza.
  3. Para cambiar las marchas, debemos pisar hasta el fondo el pedal. La manera correcta es llevarlo hasta el final para evitar que se desgaste antes de lo previsto. Evidentemente, no debemos abusar de él ni soltarlo bruscamente al iniciar la marcha.
  4. En la conducción, debemos tener el pie retirado del pedal. Es un hábito muy común en los conductores, y la mayoría de averías de embrague se deben a esto. El pie izquierdo debe estar apoyado sobre el reposapiés.
  5. Soltar el acelerador al cambiar las marchas. En ocasiones, tendemos a no soltarlo por completo cuando vamos a cambiar una marcha, lo que perjudica al embrague. También, a veces, es común que aceleremos demasiado mientras lo soltamos, lo que conlleva a que se caliente en exceso el disco. En situaciones donde el coche no esté del todo parado, es recomendable salir en segunda para así no abusar del embrague.

En caso de avería ¡no te preocupes! Nosotros estamos listos para atenderte contamos con un amplio equipo especializado de profesionales.

Solicita una cita con el taller en caso de avería y tu problema quedará resuelto con la mayor brevedad posible.